"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Perdido ante una catedral.

Santiago. Una vuelta por la noche, sin rumbo, perdido. Noche con ambiente de viernes, calles empinadas y jóvenes cristianos cantando sus canciones de misa a las 12 de la noche. Un hostalero cabreado por el ruido, un ateo protestando y yo sin ti. Me faltas tanto aqui... No sé cómo encajar esto. ¿Qué hacer para no pensarte en todo momento? Catedral enorme como mis enormes sentimientos. Una cúpula preciosa, recargada para disimular sus sinuosas curvas. Unas campanas para anunciar tu llegada deslumbrante. Pero ahora está todo tan oscuro y frío... Todo rodeado de preciosas torres que se alzan protegiendo su corazón. Y yo aquí tan minúsculo, tan insignificante. Así me veo: débil, indefenso y enamorado, sobre todo enamorado. Ahora sé que no podré volver a Santiago sin ti aquí, a mi lado. Y todo el mundo parece estar eufórico por la llegada de una persona importante. Y todo el mundo rebosa felicidad porque se sienten bien. Y yo escribo frente a una catedral que se alza junto con mis penas. Incluso las gárgolas lloran cuando ven que estoy tan lejos de ti. Sí, las gárgolas, frías figuras de piedra, también lloran. Lloran porque me faltas. Un vagabundo intenta asustarme. Un borracho que grita. Un bohemio golpeado. Un extranjero estafador. Menudo ambiente marginal por esta zona. No veo estrellas en el cielo. La luz las ha devorado todas. Y sin estrellas, no sé cual es el camino. Y sin ti, mi estrella, no sé cómo regresar a casa.

1 comentario: