"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Escultores de pasiones.

Todo comenzó aquella tarde de noviembre en que me encontré con ganas de preparar algo. Por un sms te pregunté si tenías planes y te invité a mi casa. Preparé todo: cena, ambiente, música y por supuesto me acicalé. Quería que todo lo que dependía de mí, fuera perfecto porque sabía que por tu parte ya lo era. Sabía que no podía igualar la perfección de tu ser pero intentaba disimular mis humanas imperfecciones.

Las nueve menos cinco y yo impaciente por verte. Llamaste al timbre y... Efectivamente, eras la perfección en el mundo de lo real. ¡Jódete Platón, he aquí la Idea en esta tierra! Tu pelo impecable del color de un ruiseñor. Tus bonitos ojos en armonía con tu pelo. Tus labios pintados para hacerlos más vistosos. Tu vestido blanco te daba ese aire de pureza y perfección. Y llevabas tacones altos, como me gustan. Me quedé sin habla así que, te invité pasar y acomodarte con un simple gesto.

Unas risas mal fingidas para no quedar peor. Temas sin trascendencia para evitar incómodos silencios. El ruido del descorchar de la botella de champán hace que volvamos a reír. Bebamos, queda mucha noche. Me levanto de la silla y te doy en el brazo. La copa ha caído y te he manchado tu precioso vestido. Ríes y me tiras la servilleta de tela, te levantas y vamos a hacerle compañía al sofá. Vuelven las risas pero aparecen los besos manchados de champán, como tu vestido. Creo que esta noche sólo existirá lo que queramos que exista.

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