"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

lunes, 30 de julio de 2012

Madre.

-Estoy aquí. No me he ido. Sigo contigo, hijo. No te voy a dejar.

Pasa una mano con delicadeza por la cara del niño. Le acaricia. Le susurra al oído. No puede evitar dejar caer sus lágrimas sobre el rostro del crío. Lo coge en brazos. Lo mece. Lo apoya en su hombro y con una mano le sujeta la cabeza. Camina de un lado a otro de la habitación y sus llantos se hacen cada vez más fuertes. Los de ella. El chiquillo no mueve ni un músculo. Calla.

-¿¡POR QUÉ HAS TENIDO QUE HACERLO?! ¡UN NIÑO INDEFENSO! ¡¿POR QUÉ ÉL?! ¡¿POR QUÉ?!

Suelta chillos desgarradores llenos de impotencia. Se acerca al padre del niño. Le da golpes sin fuerza en el pecho. Se deja caer al suelo con su hijo, ya frío, aún en brazos. Dándole besos en la frente. Lo aprieta contra su pecho.

El padre se quita el cinturón, retrocede unos pasos dando tumbos y cierra la puerta de la habitación.