"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

sábado, 27 de abril de 2013

Agua.

Sus ojos enfocados hacia el techo blanco del cuarto de baño. El agua de la bañera le cubría todo el cuerpo excepto el rostro. Una gota cae del grifo impactando contra la superficie acuosa y el choque retumba en cada una de las paredes que rodean la escena. Sus oídos captaron el estruendo y en ese momento, abrió los ojos de tal manera que parecía que fueran a salirse de las cuencas. Poco a poco el calor de su cuerpo comenzó a extenderse por el agua. Su corazón llevaba mucho tiempo muerto, no veía motivos por los que no pararse.

lunes, 15 de abril de 2013

No hay segundas oportunidades.

- ¡VAMOS, JODER, MIKE! ¡AYÚDAME! ¡NO ME DEJES CAER! ¡POR FAVOR, AMIGO!

Jason estaba agarrado aquella noche a la cornisa de la azotea del edificio White de la calle 47. Había estado trapicheando con gente que no debía. Y lo único que hacía era suplicar por su vida, sabía que en ese momento yo era el dueño de su vida, me pertenecía. Podía ayudarlo a subir y tenerlo como esclavo para toda la vida o podía dejarlo caer siguiendo así mi máxima de no dar segundas oportunidades.

- ¿Sabes, Jason? Verte ahora mismo ahí, colgando, a 12 pisos de altura es lo más gratificante que me ha pasado en todo el día. La has cagado. Intentaste joderme y te ha salido mal la jugada. He venido yo personalmente a por ti. ¿Sabes por qué me he tomado tantas molestias? Porque me divierte. Mírate: casado, con dos hijas pequeñas y con mi garantía de que tu familia estaría a salvo hasta hace tan solo un par de horas. Pero ¿en qué cojones estabas pensando cuando decidiste pasarte al bando de los yonkis? La has cagado, Jason.

Saqué de mi abrigo largo negro un cigarrillo y un paquete de cerillas.

- ¿Unas últimas palabras antes de un precioso viaje de cabeza al asfalto?
- ¡NO! ¡POR FAVOR! ¡HA SIDO UN ERROR! ¡NO VOLVERÁ A OCURRIR, TE LO JURO!
- Buen viaje.

Encendí el cigarrillo con una cerilla y la deje caer sobre los dedos de Jason.

No hay segundas oportunidades.

martes, 2 de abril de 2013

Noches baratas.

- Ahora tienes que irte - dije mirándola a los ojos mientras le acariciaba el pelo.
- ¡Oh, vamos! ¡No seas malo! Déjame quedarme esta noche. Prometo no molestarte.
- Sabes que no puedes quedarte. Márchate. Tienes el dinero en el cajón de la entrada.
- Está bien - respondió perezosa.

Me levanté de la cama y encendí la radio. Sonaba Chet Baker. Sarah se acercó a mí con sus tacones rojos en la mano.

- Dame un beso de buenas noches, al menos.
- ¡Oh, Sarah, vete, no seas pesada!
- Vale, vale, tipo duro. - dijo justo antes de cerrar la puerta tras de sí.

Mujeres de una noche que por lo menos alejaban la nostalgia en las noches frías.

"I fall in love too easily,
I fall in love too fast."

Encendí un cigarrillo y me asomé a la ventana para comprobar que la noche siguiera allí, no sé si por suerte o por desgracia. Me acerqué al piano y comencé a improvisar sobre la canción que en ese momento sonaba en la radio. Al menos rompía con los esquemas clásicos. Al menos fluía en libertad. Al girarme una de las veces para coger la botella de whisky el sol me sorprendió semidesnudo, cansado y con algo de resaca de ella.