"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

domingo, 29 de abril de 2012

Ritmo de lluvia.

Colgado boca abajo notando cómo palpita mi cabeza mientras la lluvia fría me refresca la cara y cala mi ropa. El ritmo sanguíneo sigue el compás de dos palas que cavan un nicho. Recuerdos de aquellas noches de alcohol perdiendo la consciencia inconscientemente con cientos de ojos brillantes sumidos en tinieblas. Conviviendo con muertos que apestan a carisma podrido. Unas sombras cortan las cuerdas que me ataban en mitad del pensamiento y me despeño contra el suelo de la nada. Los niños de ojos rojos se quedaron sin piñata. Niños de aspecto feliz y algo psicópata. Con miedo me arrastro hasta el rincón a acurrucarme en mí, y una brisa polar entra por mis pies ya fríos, sin sangre, incapaces de sostener mi infancia inerte. Se cayó el estandarte. Se callaron los niños. Una gota al chocar hace eco en el vacío. Y mi voz quedó sesgada para siempre.

jueves, 5 de abril de 2012

Hoy Dios ha llorado.

Hoy Dios ha llorado. Sus lágrimas cayeron sobre los sauces llorones que inmediatamente buscaron acabar con sus vidas. Y entre suicidio y suicidio tomaba un café sentado al borde de la Nada, acompañado de Nadie y sus necedades. Todo lo que había sido se cubrió de brasas disfrazadas de cenizas para en silencio quemar hasta el último rincón de mi cuerpo sin dejar rastro. Pero los sueños que en mi cabeza dormían volaron alto, muy alto, tan alto que el vértigo se enamoró de ellos despeñándolos contra el frío lecho de asfalto. Y una vez esparcidos por el suelo, los niños jugaron con ellos dándoles patadas, haciendo que el repiqueteo retumbara en los altos rascacielos de la ciudad insomne. Cansados de destrozarlos, fueron abandonados, y los pájaros metieron su pico afilado entre los egos, separando los recuerdos de lo onírico.
Dios se ha cansado de llorar. Todo se desvanece. Yo sin identidad. Date la vuelta en la cama, tú simplemente duerme.