"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

lunes, 22 de febrero de 2016

El trato.

- Jane... ¿Puedo saber su apellido?
- Eso es todo lo que necesitas saber. A las 11 donde acordamos. Sé puntual. Si no estás a la hora me esfumo.
- Tranquila, allí estaré.
- Y vigila que no te sigan un par de amiguitos. Si veo algo fuera de lo normal no hay trato.
- No saben nada de esto.
- Pues procura que siga así.

...

- Tírame la carpeta con los documentos.
- Jane, ¿es necesario todo este protocolo?
- No se me olvida que eres policía. Y uno corrupto. Si eres capaz de traicionar a tus iguales podrías hacer lo mismo con alguien del otro bando.
- Yo no estoy en ningún bando. Trabajo por mis intereses.
- Por eso no me fío. Terry, recoge la carpeta y tírale la bolsa.

Detrás de Jane suena el click del martillo de un arma a la altura de su cabeza.

- No me jodas, Terry...
- Señorita Jane, como bien sabes me dedico al no tan noble pero complicado arte del engaño. ¿De verdad pensabas que vendría solo? El zorro disfrazado de conejo estaba en la madriguera y reconozco que llevaba un buen disfraz. La lealtad no es relativa si se tienen los principios claros y Terry, efectivamente, los tenía. Pero te hizo creer que eran bien distintos. Te cegó la posibilidad de dar con Jason y descuidaste quién te seguía. La antigua Jane no habría caído en la trampa. También es cierto que no habría tenido el valor de venir hasta aquí a negociar con un policía.
- Hijo de puta... ¿Qué quieres?
- Eres una pieza bastante interesante. Tengo dos opciones: entregarte a la policía y ganarme un ascenso o, y esto es más divertido, entregarte a Jason. Es la ventaja de no estar en ningún bando, que las posibilidades se multiplican. Terry, vámonos.

Jane recibe un golpe seco en la cabeza y cae al suelo inconsciente.

- Recoge la carpeta y la bolsa. Mete a Jane en el maletero y déjame en Green Street. Tengo que hacer un par de llamadas. Llévate a Jane al cobertizo y espérame allí.