"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

jueves, 27 de febrero de 2014

A pecho descubierto.

Lo perdí todo entre las cartas
y abandoné mi lugar.

Me perdí solo entre tus cartas.

Y cantaré en la ventana
algún verso que dejé caer
para resucitar las sombras
de aquel mundo vago, impar.

Y el miedo me golpeó
tan fuerte, hasta sangrar,
sin rastro de su color
y un par de manchas de carmín
que se borraron
como la historia en el aire.

Me quedé en los aeropuertos
donde gente viene y va
pero nadie pertenece.

Desnudé lo que tenía
y abrí demasiado el pecho.
Se fue y sé que no volverá
pero mantengo la chaqueta abierta
aunque el frío golpee.

Y ahora te busco en los fondos
de las copas que apuro
mientras veo pasar la vida,
que se va en cada trago
y me deja abandonado en la cuneta.

martes, 25 de febrero de 2014

La mirada perdida.

- ¿Te has perdido?- dije mientras le daba una calada a mi cigarrillo.
- No... Solo paseaba por aquí...

Era obvio que estaba completamente perdida pero no se fiaba de mí. Quizá la intimidaba un poco. Me escondí tras mi gabardina negra.

- Supongo que tendré que creerme esa excusa... - dije sin mirarla.
- Vale... Sí... Esto... Adiós.
- ¿Vas a seguir caminando perdida por aquí? A estas horas no te lo recomiendo.

Miraba de forma nerviosa a todas partes. Abrió su bolso y sacó un cigarrillo.

- ¿Tienes fuego?
- Vaya, parece que empiezas a fiarte de mí.

Saqué un mechero del bolsillo y se lo encendí. Su nerviosismo seguía manteniéndola alerta.

- Bueno, y ¿cómo te llamas?
- Sarah ¿Y tú?
- James. Tranquila, no soy un tipo peligroso.
- Bueno, nadie diría de sí mismo que es peligroso si tiene malas intenciones. Arruinaría su plan.
- Tienes razón. Un tipo peligroso ya habría actuado. Así que, ¿te parece suficiente prueba de que no lo soy?

Sarah me miraba durante tres segundos y apartaba la mirada. Yo ni siquiera la miraba. Nunca me ha gustado mirar fijamente a los ojos de la gente.

- Y bien, ¿necesitas ayuda ahora que sabes que no soy peligroso?
- Pues, verás, querría llegar hast...

Un disparo le alcanzó el pecho. Y tras ese dos más. Sus ojos parecía que se saldrían de sus cuencas. Yo seguí mirando al frente mientras le daba la última calada a mi cigarrillo. Mike se acercó a mí con prisas.

- Vámonos. Aunque la próxima vez ahórrame conversaciones tan largas. - dije tirando el cigarrillo al suelo.
- ¡Era la amante del cabrón de Jason! como comprenderás no es un trabajo fácil.
- La próxima vez dispara y no pienses. No estoy para perder el tiempo con tus inseguridades. Monta en el coche antes de que alguien nos vea.

Nunca me ha gustado mirar fijamente a los ojos de la gente. Sobre todo cuando sé que ya están muertos.

sábado, 15 de febrero de 2014

No seré yo quien vigile vuestra dignidad.

Es posible vivir arrastrándose pero no todo el mundo está dispuesto a pagar ese precio. Solo las ratas y las serpientes pueden hacerlo. Pero no te confundas, no dice nada bueno de ellas. Que un ser rebaje su existencia a algo así es bastante deleznable. No obstante estos animales lo hacen por supervivencia, no se les puede culpar. ¿Los seres humanos? Sinceramente no lo sé. Quizá es el miedo a quedarse solo, a reflexionar sin que nadie le distraiga. Quizá es el temor a enfrentarse a uno mismo y descubrir que en realidad es un monstruo. Quizá es el pavor que le produce darse cuenta de que vive solo porque disfruta matando al de al lado. Sonrisas falsas recíprocas y cuchillos bidireccionales.

Pero me parece hasta divertido. Es curioso ver que los actores no se ven las espaldas y, mientras se sonríen, preparan sus cuchillos guardados en los bolsillos traseros. Y no me dará pena. ¿Acaso se debe sentir pena por alguien que no existe? Pero si existiera tampoco la sentiría, pues no tuvieron reparo en arrastrarse.

No seré yo quien vigile vuestra dignidad.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Como el granizo por la tarde.

Se me escapa entre los dedos
como el granizo por la tarde.
Pero no sé ser si no es así,
en un susurro, en un suspiro.

Como el agua que roza la orilla
y poco a poco la consume.
Siendo una y a la vez millones,
siendo todo y a la vez parte.

Sin querer que cada quiebro
rompa mi garganta y la diluya,
me ahogue y me transporte
a una dimensión asfixiante.

Y derramar la copa sobre la mesa.
Que el vino interprete su tragedia
sobre una escena no escrita
en mis teatros de incertidumbre.

martes, 11 de febrero de 2014

Ser Dios.

Lástima no ser ese Strife.
Lástima no tener una Buster Sword.
Porque juro que si la tuviera
reuniría la fuerza suficiente para ponerla en alto
y golpear con todas mis fuerzas.
Lástima no ser esa Nube, esa Borrasca o ese Sol.

Eliminar los Plumajes de Fénix.
Eliminar los Elixires.
Eliminar los Éteres.

Un combate cara a cara.
Y tras ese otro.
Y otro.
Así hasta acabar con todos.
Solos mi Buster Sword y yo.

No jugar a ser Dios
sino serlo.
No creerme ningún Dios,
sino serlo.
No convertirme en Dios,
sino serlo.

domingo, 9 de febrero de 2014

No tenéis nada.

No me queda dinero en la cartera y tengo más de quince quemaduras en la garganta por querer gritar. Me apagué colillas en la lengua y tiré los restos de pisadas que quedaban en la alfombra. Me sumergí en alcohol y café para limpiar las cenizas de mi boca. Y aún así mis dedos siguen tocando los mismos acordes en cada mesa en que descanso. Algunos miran por el traqueteo que eso conlleva y piensan que soy otro trastornado más, otro borracho, otro mendigo. Y quizá no se equivoquen porque ya no tengo ni ideas, ni lucidez, ni cama donde tumbarme. Así que miro al cielo y sonrío porque tengo la certeza de que mañana seguirá en el mismo sitio.
Y me río muy fuerte, a carcajadas, como un psicópata.
Pero es que todo es tan jodidamente gracioso...
La gente me mira y se horroriza porque creen estar contemplando la personificación de la decadencia humana.
Pero yo río más y más fuerte porque todos son tan miserables...
Río porque no tienen nada a pesar de presumir de todo.
Río porque sus corazones se pudren y secan.
Río porque yo no tengo nada que perder y ellos se aferran a lo poco que creen tener.
Río porque se consumen entre ellos.
Río porque solo yo soy capaz de destruirme.
Río porque sé reír.
Río, río y río.

Y es que son todos tan miserables...

domingo, 2 de febrero de 2014

Solo tengo mi Jazz.

No me pidas lo imposible
porque solo tengo un piano
y un par de acordes en la mente.
Puedo improvisarte un blues,
un swing, un charleston y un rock & roll.

Pero no me pidas la Luna,
porque sabes que no puedo traértela.
Lo más próximo a eso sería contemplarla por ti
mientras doy tragos a mi whiskey.

Solo puedo acercarte a Nueva Orleans
si tú me lo permites.
Si me permites que mi Jazz te posea
y te haga mover tus caderas
con tus maneras elegantes.

Y si lo consigo, aullaré a medianoche
como Howlin' Wolf  hacía
cuando se enfrentaba a su siempre amado blues.