Podría autoconsiderarme amoroso por eso de que siempre hablo de lo mismo:
Mismas movidas,
mismas rayadas,
mismas historias,
mismos pensamientos.
Pero no.
Prefiero ser odiado
y no el que escribía cosas bonitas enamorado de su musa.
No quiero querer,
pero quiero.
Y quizás no te guste, pero quiero ser el mayor hijo de puta que haya pisado la tierra.
Y quizás no te guste, pero tú también quieres serlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario