Se reparten las cartas y tengo una más que los demás.
¿Y qué decir cuando no dejas de caer y levantarte continuamente?
Porque cuando te cansas de levantarte, la idea de pico se refuerza.
Porque quizá signifique que no puedo jugar nunca.
Y conozco las reglas, sí.
Pero no puedo jugar.
Mañana me levantaré temprano y pensaré en otras cosas.
Mientras tanto, el mundo es una mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario