"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Desesperación.

Una pared en blanco. Frente a ti. Unos cuantos cubos de pintura en el suelo. Coge una brocha y demuestra tu creatividad pictórica. Nada te sale bien. Todo es una mierda y nada parece lo que realmente es en tu creación. Cansado de no saber pintar metes las manos y brazos en los botes y te lanzas sobre la pared, dejando ver así una serie de trazos extraños y sin sentido que forman algo amorfo. Mezclas la pintura y sigues apoyándote en la pared. Te resbalas y notas la pintura pasar por tu cuerpo. Notas cómo la gota pasa de la yema del dedo, por el antebrazo hasta el codo y de ahí, cae al suelo dejando un punto artístico en el plano horizontal inferior de la sala. No sabes qué hacer y te desesperas. Tiras los botes de pintura contra la pared destrozando y renovando tu dibujo. Se te acaba la pintura pero tienes muchas muchas ganas de seguir pintando. Y no puedes. Y te resignas. Intentas buscar una solución y no puedes. No hay salida de tu habitación decorada por ti y te agobias. La claustrofobia comienza a dominarte y te retuerces en el suelo agonizando tu espera. No puedes hacer nada. Estás atrapado. Mejor será plantarse frente al cuadro y simplemente decir que odias al ser humano.

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