"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Hazlo.


Corre. No mires atrás y sigue corriendo hacia adelante. Sí, te están persiguiendo. Da igual quién sea o por qué lo haga, tú no pares de correr. Gira a la derecha. Bien. Ahora gira a la izquierda, por ese callejón. Cuando llegues al final, salta la valla. Y sigue corriendo. Gira a la derecha y pégate a la pared. Bien, ya no te siguen. Parece que los has despistado. Siéntate en el suelo y descansa. Nota tu corazón desbocado, golpeando tu pecho desde el interior. Mete aire en tus pulmones. Ya has descansado lo suficiente. Levántate. Dirígete al banco que hay girando a la izquierda al final de esta calle. Bien, ya estás en la puerta. Pon la mano en tu revólver. Entra. Saca el arma. Dispara una vez al techo y no grites. Mantente frío. Pídele todo el dinero a la de la ventanilla. Si no se mueve rápido, apúntale con calma. Bien. Ahora que tienes el dinero, sal por la puerta de atrás. Corre otra vez. No te gires. Van a disparar pero tú no te des la vuelta. Sigue corriendo. Gira a la izquierda. Ignora las balas. Si te paras ahora, eres hombre muerto. Entra en la casa que tienes a tu derecha. Deja el dinero encima de la mesa y túmbate en la cama. Enciéndete un cigarro. La sangre está manchando tu colcha. Esos disparos han tocado puntos claves. No te aferres a la vida. Disfruta de lo poco que te queda de ella.

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