- Tengo cinco balas, un revólver y tres capullos a los que matar. Algunos pensarán que es fácil disparar, que están acostumbrados a verlo en las películas pero cuando tienes que hacerlo en la realidad... Entonces es cuando te das cuenta de lo poco preparado que estás. Justo antes de apretar el gatillo piensas que esa persona dejará de existir para siempre, que estás segando su alma e igual tiene una familia a la que estarás destrozando por mover tu dedo unos centímetros. Piensas en la sangre que se derramará y en su agonía en caso de no dar bien. Nadie está preparado para matar a un ser humano. Y el que diga que sí, miente. Y no se trata de matar a una docena para ver si te acostumbras. Nadie se acostumbra a matar a un ser humano. Como mucho puedes hacer como que no te importa pero todas las noches volverán cada uno de los que asesinaste a atormentarte. Es un carga que llevarás siempre, siempre.
Jason miró fijamente a los tres drogadictos y sonrió.
- Pero siento deciros que os habéis topado con el cabrón equivocado.
Tres disparos retumbaron en el sótano del Blue Nights aquella noche de febrero.
Hoy ya doin' me old china? Cuánto tiempo sin leerte. Cambié de móvil y perdí mis favoritos. Pero ya me he puesto al día, y veo que Jason sigue en plena forma. Y tú también. ¿Para cuándo una entrada en inglés?
ResponderEliminarMañana veremos a tu family. Vienen a ver a Mamen, que tiene la pierna escayolada. A ver si traen las fotos de su viaje a London. Y ya me contarás cuando nos veamos tu viaje por tierras irlandesa.
Bueno, un abrazo. Me alegro de que sigas dándole a la tecla con frecuencia. Por cierto, el post dedicado al calvo fue sublime, y porque los hombres no lloran, que si no...
Muchas gracias, Paco! No creas que no he pensado en una entrada en inglés. De hecho, alguna idea tengo por ahí, la rescataré. Ya te contaré. Estamos pensando en ir unos días también a Scotland aunque ya para cuando acabemos los exámenes, hacia finales de mayo imagino.
ResponderEliminarUn abrazo grande y que se mejore Mamen.