"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

miércoles, 27 de abril de 2016

Aquí yace Bernard Donovan.

La tormenta de balas acabó y cesaron al fin las llamas de los cañones. Los estruendos de los tiros callaron como lo hicieron aquellos proyectiles que fueron a dar contra la pared y contra el joven Donovan. Ahora solo se oía su sangre caer lentamente al suelo sucio del callejón. Veintitrés años y ya había tirado su vida a la basura. ¿Era acaso una causa justa? ¿Siquiera una causa necesaria o útil? No, en absoluto. Es cierto que nacer en las calles de Gunna empuja a los chavales a dormir con un revólver bajo la almohada. Pero el caso de Donovan tiene que ver con su afán por demostrar que es el más valiente, que podía acabar con los Fuil él solito. Retar a esa familia es como bajarse los pantalones a las puertas del infierno y dejarle al dios de los muertos un regalo en el recibidor. Son las reglas tácitas de la zona: nunca juegues con los Fuil. Y el chico lo sabía bien. Aún así lo hizo. Ahora su madre llorará la pérdida de su querido hijo y pondrá una lápida en su tumba alabando sus virtudes.

Aquí yace Bernard Donovan

Otro pobre idiota al que le está bien empleado.
Su familia y amigos no lo olvidan
a pesar de ser un gilipollas de manual.

Sería, quizás, una lápida más acertada que la que tendrá.

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