"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

miércoles, 3 de julio de 2013

Punto final.

No había acabado de tomarse el café cuando dos policías llamaron a la puerta de Tony. En cuanto los vio por la mirilla, corrió a la planta de arriba, se puso unos pantalones y salió por la ventana de su habitación. Los policías golpeaban con fuerza la puerta y amenazaban con tirarla abajo si no abría, hasta el momento en que oyeron ruidos en la parte trasera de la casa. La rodearon y llegaron al jardín, donde vieron a Tony intentando escapar por la valla que separaba su casa de la del señor Charles. Sacó su pistola y se oyeron un par de disparos en el vecindario.

¿Por qué te metiste en esto, Tony? No necesitabas dinero y no eres un adicto a las drogas. Ni si quiera te gustan. ¿Qué pretendías? Mírate ahora, tumbado boca abajo en el suelo, vestido con un triste pantalón y dos heridas de bala en el pecho por apuntarles con una pistola de juguete. ¿Creías que se asustarían? Buen intento. Los titulares hablarán de la muerte de un joven camello que intentó huir de la policía armado. Otro más. Otro de los muchos que mueren a lo largo de un año. Créeme que no te he escrito este final ni mucho menos intencionadamente. No soy el culpable de tu muerte. De hecho, de no ser por mí, habría acabado la historia mucho antes. Tú vives, yo narro. Tú mueres, yo narro, me levanto, apago la luz y cierro la puerta.

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