"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

domingo, 2 de junio de 2013

Nada.

Aquella noche Jason llegó a casa pasadas las 4 de la mañana. Entró en su habitación, tiró la chaqueta a la silla y se sentó en el borde de la cama. Reflexionó durante unos minutos apoyando sus codos en las rodillas y sus manos en la cabeza. ¿Por qué aquella noche? A fin de cuentas, no había pasado nada del otro mundo. Nada le había enfadado. Nada le había entristecido. O eso creía.

Se levantó de repente, lleno de ira, y comenzó a dar puñetazos a la pared. A los quince golpes la piel de sus nudillos se había levantado. A los cuarenta la sangre le recorría el brazo. En el número cincuenta su muñeca crujió. Como una bestia desorientada en mitad de un bosque en plena noche cerrada se abalanzó contra la estantería tirando todo lo que había en ella. Se dirigió a la mesilla de noche buscando la foto pero el marco estaba vacío. No había nada en él. Había desaparecido de su vida. Pero no era eso lo que le enfadaba. De hecho era lo que había intentado conseguir durante tanto tiempo. Lanzó el marco contra la pared y los cristales se esparcieron por todo el cuarto. Gritó. Lloró de angustia. Algo le pesaba. Algo le empujaba, una fuerza invisible. Cayó de rodillas al suelo.

Nada era lo que le enfadaba. Nada era lo que le hacía gritar y romper todo a su alrededor. Nada era lo que le oprimía el pecho y lo dejaba sin respiración. Aquella nada era lo que le estaba destruyendo.

1 comentario:

  1. ¿Libre o esclavo? En la libertad no hay nada, puede haberlo todo. Cada uno decide.

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