"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

lunes, 21 de mayo de 2012

El escondite.

Anochecía y llovía a mares. Llegó el olor a tierra mojada mecido por el humo del cigarrillo que preside la vista, sin pista alguna para reconocer tu voz entre el gentío de gotas. Susurros sin aliento y voces con sordina. Quiero que me digas al oído dónde estás. Pero no te dejes ver. Quiero buscarte y encontrarte y luego volverte a esconder. Y en cada encuentro fortuito no me toques sin querer. Mejor quiéreme sin ton ni son que en esta guerra ya gané. Así que no te resistas, ríndete. Porque hasta los ángeles bajan a nuestra habitación en busca de los restos de nuestro cariño y nos entretenemos tirándoles de sus blancas y enormes alas. Sigue oliendo a tierra mojada pero deja de llover en la calle para comenzar a hacerlo en este cuarto. A llover caricias. A llover susurros que repiquetean en los cristales.
- Por cada gota que estalló en la ventana te daré dos besos.- Te digo muy bajito.
- Perdimos la cuenta de las gotas.
- Pues permíteme, entonces, que perdamos la cuenta de nuestros besos.

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