"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

miércoles, 15 de enero de 2014

Nos veremos en el infierno.

Arrastrarse nunca fue una opción. Tom tenía una herida de bala en el costado y otra en la pierna izquierda pero no se arrastró. Intentó levantarse apoyándose en el radiador viejo del pasillo del hotel pero cayó inevitablemente. Su mano izquierda taponaba la primera herida. Pedir ayuda tampoco fue una opción. Eso solo serviría para alertar de que seguía con vida a cualquier otro matón de Jason D. Sacó de su bolsillo un cigarrillo e inspiró profundamente. Sangre y humo se mezclaban. No era la despedida que esperaba pero a fin de cuentas, esas cosas no se eligen, llegan sin más. Entre el crepitar del cigarrillo y el palpitar de la sangre Tom escuchó pasos en la habitación que tenía enfrente. Sacó del bolsillo su calibre 38 y apuntó hacia la puerta. Los pasos se oían muy cerca de la puerta. Tom puso el dedo en el gatillo y contuvo la respiración. Pero oyó cómo encendían la luz del cuarto de baño. Tom bajó el arma y soltó el aire mezclado con el humo.

- ¡Qué decepción, Tom! Te creía más hábil.

La voz venía de su izquierda. Levantó la mirada y vio esos ojos azules bajo un sombrero y una Colt apuntando a su cabeza.

- Nos veremos en el infierno, Tom.

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