No me pidas lo imposible
porque solo tengo un piano
y un par de acordes en la mente.
Puedo improvisarte un blues,
un swing, un charleston y un rock & roll.
Pero no me pidas la Luna,
porque sabes que no puedo traértela.
Lo más próximo a eso sería contemplarla por ti
mientras doy tragos a mi whiskey.
Solo puedo acercarte a Nueva Orleans
si tú me lo permites.
Si me permites que mi Jazz te posea
y te haga mover tus caderas
con tus maneras elegantes.
Y si lo consigo, aullaré a medianoche
como Howlin' Wolf hacía
cuando se enfrentaba a su siempre amado blues.
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