No sé qué es lo que tengo
ni todo lo que perdí.
Cuando vives de paso
y no permaneces en ningún lado
y no perteneces a ningún lado.
Cuando vives de aeropuertos
y estaciones grises
donde nadie duerme.
Cuando vives cual Ulises
sin Ítaca, Penélope ni Argos
al final del viaje.
Cuando vives sin saber cuánto ha pasado
y el mundo te absorbe en su enormidad
a la vez tan real y relativa.
Cuando vives sin estar en peligro,
sin estar a salvo,
flotando en lo infinito del frío de los muros.
Cuando vives rodeado de martillos rotos
con las manos ensangrentadas
y los bloques sin rasguños.
No sé qué es lo que tengo
ni todo lo que perdí.
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