Ahora que el sueño te vence esta batalla.
Ahora que los párpados caen a plomo
por los acantilados de tus pupilas.
La oscuridad te aleja de tu mentira
y la soledad enriquece lo real.
Ahora que los pájaros ya duermen
y no puedes distraer tu pensamiento en ellos,
te percatas de lo que se fue, cuestionando,
sin motivo, lo que sientes y sentiste, lo perdido,
lo que ansiabas y pedías que fuera eterno.
Ahora que tus sábanas no arropan tus lamentos
y bajo mantas tu corazón muere de frío,
notas la vida quemando a fuego lento
y los llantos borrando toda sonrisa
cayendo en picado y de cabeza al precipicio.
Ahora que el sueño te vence esta batalla.
Ahora que el sueño ganó la guerra misma.
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