"Alcohol may be man's worst enemy, but the Bible says love your enemy" Frank Sinatra.

domingo, 12 de agosto de 2012

Una mujer que duerme.

La luna en hoz ya te corta el sueño. Y las cortinas bailan de forma elegante para ti. Una estrella acecha, te busca, pero no te encuentra. Su luz es muy tenue y mamá no despertará para ayudarla. En cambio yo, sí estoy contigo. En tus manos frías. En la curva de tu boca. En tu pelo pomposo.

Un árbol cruje y cae haciendo un gran ruido que entra por tu ventana, alterándote. Tu corazón aumenta las pulsaciones. Te incorporas pero, al entender que es solo un susto, te vuelves a recostar, y esta vez sobre mí.

Duermes de nuevo y te escucho respirar. Una respiración constante y suave: inspiras poco y espiras menos. Tu pecho, delicado, sigue el ritmo y se mueve de manera graciosa, como las cortinas.

Un beso en la frente. Un beso en la nariz. Un beso en tus labios. Duerme tranquila, que yo te guardo de los malos sueños.

jueves, 9 de agosto de 2012

Detractores.

Detractores abstractos a las 5 de la madrugada. Cansado y sin sueño. Insomnio maldito. Figuras y formas obsesivas. Un mundo de espiral vertical y descendente en el que, en su punto más bajo, una voz susurra con matices de gritos al oído que sangra demacrado por mil palabras cargadas de caos. No sirvió de nada que todas aquellas lágrimas cayeran en el montón de folios viejos y rotos.

Ahora mira al cielo y escucha cómo mi voz vuela de estrella en estrella. Su estela es un leve eco que retumba en la cueva, la meta, donde se consigue que la piel se erice y los ojos se cierren suavemente.

Pero ahora estoy aquí, en este apartamento. Solo. El sueño me gana terreno y el telón quiere caer. Monotonía y hastío en vena que no reaniman. Que duermen.

Y vuelve la obsesión, la forma, la simetría y las copas en el bar de la esquina.